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Una ciudad, un proyecto común

Si hay un hecho que se ha producido este fin de semana, pese al tiempo inestable, ha sido el apoyo contundente y decidido de miles de vecinos burgaleses a la candidatura de Burgos a la capital cultural europea en 2016. El viernes más de quinientos pequeños, estudiantes del colegio Jesuitas, desfilaron por el Paseo de la Sierra de Atapuerca, frente al Museo de la Evolución, para con sus disfraces y su sonrisa decir que ellos querían, que dentro de cinco años, cuando algunos fueran ya adolescentes con pecas, vivir en una ciudad que fuera el referente cultural de Europa.

El sábado por la tarde, en el mismo escenario, el protagonista fue el balón de baloncesto de la mano de un club Autocid Burgos, que ha devuelto la autoestima ciudadana y que derrocha ilusión y entusiasmo en todas sus actividades. Ojalá ascienda a la ACB porque Burgos necesita ese espíritu de lucha y emprendedor, el rival ahora es Girona, y luego nos quedará la final, pero el trabajo realizado de la mano de patronos, técnicos y jugadores ha sido brillante. Las seis mil personas que se acercaron a botar lo hicieron plenas de entusiasmo, el mismo que derrocharon los también miles que se subieron a pedalear el domingo por la mañana, que llegó con sol, también para apoyar Burgos 2016, en este caso la marea azul se cambió por la roja, pero con otro fin más pleno, el de Proyecto Hombre, que busca sacar del infierno de la droga a los que se han deslizado por el mismo.

Son tres ejemplos, que se sumarán al de la Noche Blanca, el próximo 28 de mayo, y que también si el tiempo no lo impide sacará a la ciudad a la calle, en las horas previas a la visita del jurado que decidirá cuál de las capitales finalistas en España será la que en 2016 represente, junto a la polaca, a la Europa cultural y milenaria, pero también de presente y de futuro. El 29 de junio, precisamente en la fiesta de San Pedro y San Pablo, se dará a conocer el fallo. Aseguran que San Sebastián y Córdoba son las que pugnarán con Burgos por la nominación definitiva, y que las dos primeras tienen más posibilidades que la ciudad castellana. Quizá sea así o quizá no; pero lo importante, es que aunque con las reticencias de muchos de los que ahora se han sumado a la candidatura (no los tres ejemplos citados anteriormente), Burgos 2016 ha devuelto el orgullo y la autoestima de una ciudad que en muchos aspectos es ejemplar y emprendedora, y sea cual sea el resultado, habrá demostrado que juntos podemos y que somos capaces de aunar intereses en pos de conseguir objetivos comunes en beneficio de todos.

Políticos desenredados

Apenas suman sus respectivos partidos 200.000 seguidores en las principales redes sociales en España, individualmente incluso reciben más ‘followers’ que las siglas a las que pertenecen, pero la moda de algunos políticos de formar parte de las nuevas tecnologías no parece que atraerá votos nuevos, sino que simplemente sumará algunos de sus ya parroquianos. Pocos dudan de que hay que formar parte de este fenómeno (2.000 millones de personas en todo el mundo han creado su perfil en Facebook, twitter, linkedin, youtube…, aunque un porcentaje menor sea realmente el que le utiliza de forma diaria), pero todavía se aleja mucho de adquirir las ventajas que las redes tienen, y que no han sabido o querido explotar.
Hay, sin embargo, directores de periódicos en nuestro país que han conseguido una conversación directa con sus lectores, han generado debate, y entre las personas que les siguen hay muchos que comparten sus tuits -en el caso de twitter-, pero otros tantos que critican sus 140 caracteres que les caben en la pantalla, una utilidad de la que se alejan bastante los propios políticos. El pasado viernes, por ejemplo, mientras se celebraba la convención de candidatos populares en Burgos con la presencia de Rajoy, mientras unos, los tuiteros políticos afines, se ocupaban -lógicamente- de reiterar algún mensaje de los principales discursos, los otros, los de la oposición, simplemente los criticaban. El sábado, la convención socialista en Valladolid, sin embargo, se convirtió en tendencia (’trendingtopic’) durante un momento por la mañana en nuestro país, pero una vez más los que utilizaban la marca (’hastag’) eran exclusivamente los propios asistentes al encuentro. El ciudadano ‘común’, mientras tanto, se mantenía alejado del supuesto debate.
Obama marcó un hito, sin duda, y todavía cuenta con 20 millones de seguidores en todo el mundo en Facebook, pero su feedback ha cambiado con los internautas, quizá desde que no puede utilizar la blackberry para contestar de forma directa su impacto sea diferente, en una red donde Shakira parece imponerse con 27 millones de personas, y donde el presidente de Estados Unidos fue una auténtica estrella.
Cuando falta comunicación por parte de nuestros representantes en aquello que se denomina precisamente redes sociales, es largo todavía el camino para recorrer. Bien está que sea un sistema novedoso de anunciar proyectos, de vender eslóganes, o de azuzar al contrario, sin embargo, da la sensación, y ojalá me equivoque, que salvo contadas excepciones es muy poca la interlocución con los posibles votantes y eso que día a día se multiplica la presencia de los políticos especialmente en twitter, la red que está creciendo exponencialmente, pero donde según algunos estudios el cincuenta por ciento no son usuarios activos, y eso que para futbolistas y artistas parece convertirse su uso en un auténtico vicio.

Los reyes del volante

Hace tiempo que más de un 80 por ciento de conductores no utilizan el intermitente. Que no lo hagan cuando tienen una señal de giro obligatorio a la izquierda se entiende, pero que obvien que tienen una palanquita en el automóvil justo cuando deciden aparcar, sin señalarlo anteriormente, maldita la gracia, y así en numerosas ocasiones donde el perjuicio es a terceros. En algunas ciudades hay unas líneas rojas pintadas en el suelo de ciertas calzadas donde en principio no se deben permitir las dobles filas. Son supuestamente las vías de alta capacidad, donde ésta queda reducida a cero en cuanto algún conductor o conductora decide dejar el coche unos segundos, que se trasforman en minutitos, sabiendo que la capacidad de respuesta de los agentes de tráfico locales es mucho mayor. Y esto suele ocurrir en lugares donde hay dos carriles en la misma dirección. Todo esto se complica cuando el lugar escogido es una única vía de doble sentido.
Hay otros tipos, y lamento que sea así, que suelen estacionar su vehículo además de en doble fila, antes de un semáforo, quizá porque están cerca de un cruce y beneficia su carga y descarga, con lo que aquellos que le siguen tienen que redoblar aún más su atención no sea que por delante del morro de la furgoneta aparezca el carrito de un niño o el bastón de un abuelo. Suelen ser transportistas, y estos suman unos cuantos fittipaldis en el gremio.
Los hay que no han entendido el tema de las rotondas que pueden beneficiar la circulación si todos vamos en el carril que nos corresponde, y si además utilizamos los intermitentes, evitaríamos los accidentes. Por muchas rotondas que se pongan, seguiremos igual.
Otros deben pensar que lo de la prohibición de hablar con el móvil no va con ellos, mientras sostienen el aparato con la mano derecha y conducen con la izquierda y tienen desconcertado al conductor del coche que les sufre detrás por sus continuos movimientos y acelerones.
Todos debemos ser además Fernando Alonso, porque lo de los semáforos suponen la misma motivación que para Vettel y Hamilton la salida del pit lane cuando saben que el piloto asturiano se encuentra por delante. Apuramos la frenada hasta el límite. En la capital de Estados Unidos los semáforos se encuentran en la siguiente esquina de donde se debe parar, así que es muy difícil que los valientes se arriesguen porque pueden llevarse un estoconazo de los vehículos que circulan por las calles laterales. Aquí en Burgos hay avenidas donde parece que el naranja motiva las aceleraciones a larga distancia, más que las frenadas.
Por último, los pasos de peatones. Cierto es que hay muchos que no se ven. Que no están iluminados suficientemente o que se encuentran en lugares que no facilitan precisamente la circulación. Pero asumido esto, esos pasos son derechos para el viandante. Ahora, cada vez que un conductor para ante uno de ellos y cede el derecho al paseante, hasta le aplauden o le miran sorprendido.
Necesitamos, todos, un poco más de civismo al volante en las ciudades. Nos podemos jugar la vida de otros por un mínimo despiste.

El Gobierno de los mejores

Ahora que nos encontramos a las puertas de unas elecciones municipales y autonómicas y en clave ya de las generales que tendrán lugar en 2012 (aunque algunos tertulianos abogan por su adelanto, pero no parece que sea esta la opinión de los implicados), estamos volviendo a escuchar de muchos candidatos que volverán a contar en su gobierno con los mejores para cada uno de los puestos, buenos profesionales y personas capacitadas para sacar el municipio, la comunidad autónoma o la nación adelante. Luego suele llegar la gran decepción para los votantes y es que se encuentran con que su vecino de al lado, aquel con el que tantos desencuentros ha tenido y al que tanto ha criticado, forma parte de ese equipo de gobierno local que supuestamente va a sacar la ciudad adelante en medio de una crisis de la que todavía no se atisba el final. O que los elegidos para formar parte del consejo de ministros son barones o miembros de familias históricas de ese partido político, o divididos por una cuota entre hombres y mujeres, sin tener en cuenta su idoneidad, siempre he pensado que para llevar las responsabilidades de una administración en materia de Sanidad lo inteligente sería que fuera un profesional de la Medicina o un economista quien se pusiera al frente. Ocurre también que algunos son elegidos por pertenecer a un territorio al que hay que hacer un guiño (que no solo hay cuotas por razón del sexo), para que luego no se lamente que su provincia, o su región no cuenta con grandes representantes en gobiernos regionales o centrales.

Y es que los partidos políticos, y los miembros que lo forman, vuelven a estar encuesta tras encuesta entre los temas peor valorados por los ciudadanos. Y no será fácil que escalen posiciones en ese ranking. El problema, el real, el que nos toca a todos, es que casi llegamos a los cinco millones de parados en España, a los 30.000 en Burgos y aunque haya responsables de tan altas cifras, la obligación de sacar este país, esta región o esta ciudad adelante no la tienen solo los que gobiernan, sino la oposición y todos los representantes públicos. Son ellos los que pueden tomar decisiones, generar confianza, de tal manera que avancemos en las soluciones necesarias.

Esos ciudadanos –que no necesariamente tienen que ser políticos de carrera, aunque tampoco hay que descartarlo, pero habrá que regenerar lo suficiente esta profesión- hay que buscarlos ahora antes de la primera cita electoral de mayo. Y no será un trabajo fácil, posiblemente los cabezas de lista se encuentren con algún desplante, pero si hay que dar optimismo a los ciudadanos –y sobre todo a los empresarios que son los que con su carácter emprendedor pueden hacer mucho por su tierra- estos posiblemente esperen encontrarse con personas solventes y que han demostrado ya su capacidad de trabajo. El problema de los partidos es que han crecido tanto y de tal manera que hay que ocupar a muchos miembros de los mismos. Y no hay lugar para el resto de españoles.

Oficina de Congresos

Parece que ya se ha puesto en marcha la Oficina de Congresos de Burgos, dependiente del Patronato de Turismo, y con el objetivo de lograr atraer a esta capital numerosos eventos que se fraguan por España o por el mundo. De momento, la primera decisión ha sido un gran acierto. Una persona ha sido elegida para la gestión con experiencia (en el único Palacio de Congresos que existe en Burgos, como es el ABBA), con dinamismo y por lo que conozco, con muchas ganas de trabajar e innovar.  Sin embargo, parece que el Auditorio y Palacio de Congresos se inaugurará a finales de 2011, pero precisamente es un año antes cuando se van ofreciendo y preparando los lugares donde se celebrarán los Congresos de 2011, 2012 y años sucesivos, así que en este caso estamos a tiempo, con una infraestructura útil, con un complejo de la Evolución preparado, y con buenos accesos a la capital, pues para entonces confiamos en que estén bastante avanzados los trabajos de la A-1. Eso sí, con el gran lamento por el AVE y otras autovías, que todavía habrá que esperar años para que tengan en Burgos su punto de destino.

Pero debemos contar con lo que tenemos y seguimos siendo un nudo logístico de primerísimo plano, que hemos estado varias veces a punto de perder el tren, pero que no podemos olvidar que en poco tiempo tendremos conectada a toda la mitad norte de la península Ibérica a través de autovías o autopistas, aunque sea hacia Cantabria por Palencia. Y esto no es desdeñable. Además la provincia de Burgos –no solo su capital- presenta suficientes atractivos turísticos como para venderlos junto a los Congresos, y quizá para entonces alberguemos la buena noticia de sumar una denominación más de Patrimonio de la Humanidad, con las ignitas de dinosaurios. La no apertura del flamante Auditorio ha llevado a trasladar de lugar algunos eventos previstos para 2011, entre ellos encuentros de médicos con asistencias de cientos de personas, o de empresas e instituciones. Aquí, por ejemplo, parece que se iban a celebrar también los premios Castilla y León 2011 como cierre de legislatura, y probablemente algunos encuentros internacionales que se habían barajado. Pero no es cuestión de lamentos, sino de prepararnos mejor para el futuro y de ofrecer un servicio de mayor calidad cuando todo esté en marcha. También los hosteleros y hoteleros  -que ahora sufren la situación de las empresas, que les sirven de impulso en estos meses invernales- deberán apostar no solo con declaraciones, sino de una forma más directa y participativa, por esta Ciudad de Congresos que debería ser Burgos y que muchas otras demandan.

Por eso no debemos parar ni un segundo. Aunque Burgos no tenga una vocación turística para aumentar significativamente su PIB  –siempre hemos sido un núcleo industrial, y ojalá sigamos siéndolo y de ahí que además del Auditorio es necesario un mayor impulso al Parque Tecnológico-, sí puede ser un pilar decisivo en mantenernos en los mismos niveles de empleo de hace tres o cuatro años, donde se podía afirmar que el paro que existía era técnico. Es un trabajo entre todos, y en equipo.

iRedes

Aseguran que veinte millones de personas en España han creado un perfil en cualquiera de las redes sociales en que nos manejamos en este país, desde Facebook, la gran potencia americana, que afirma que cuenta con 500 millones de usuarios en el mundo, de los que once son españoles, a Tuenti, nacida española y con nueve millones de personas, preferentemente chavales, que se conectan una media de cuarenta minutos diarios. Youtube, Myspace o Linkedin son también grandes marcas que distribuyen música, vídeos o perfiles profesionales.

Son muy pocos los que escapan al efecto ya de las redes sociales. Pero también tienen derecho a ello. No son las redes tampoco sustitutivos de los medios, pero sí alcanzan en algunos momentos, por su permanente interconexión con el usuario, la capacidad de ser los primeros, y esto ya ha ocurrido con Twitter en numerosas ocasiones (donde en apenas 140 caracteres pretendes comunicar algo), o incluso pudiera contar como mi primera información sobre el atentado a la casa cuartel de Burgos fue a través de un comentario en Facebook de una persona que había escrito que acababa de escuchar una explosión cerca de su casa y al cabo de pocos momentos se sumaban más conocidos de su red que iban añadiendo datos sobre el lugar, las posibles víctimas o el desarrollo de los hechos.

Por eso nos hemos lanzado a crear en Burgos iRedes, un ente que pretende que esta tierra castellana, y la región de la que forma parte, albergue diversos eventos sobre redes sociales, y de esta manera sumarse ya a las iniciativas públicas (como la Junta con sus espacios cyl digitales, o el Ayuntamiento con su pionera red wifi) o privadas. iRedes ya abordaba la pasada semana una mesa redonda en Comunicación Audiovisual en la UBU donde se trataba sobre la influencia de las redes. Los protagonistas, Icaro Moyano, de Tuenti, y José Luis Orihuela, una persona que cuenta en Twitter con más de 110.000 seguidores, y sobre todo para protagonistas los universitarios que hicieron decenas y decenas de preguntas. Podría asegurar que casi el 100 por cien de ellos, casi con total seguridad, están en alguna red.

iRedes también está organizando en Burgos el I Congreso Iberoamericano de Redes Sociales, con el español como protagonista, y con todos los que en el mundo de las redes e Internet tienen algo que decir. De momento, el jurado que otorgará los premios iRedes cuenta con una docena de expertos. En el Congreso se hablará de la comunicación de nuestros ancestros, de la utilidad de las redes en los negocios y mucho de futuro. Contamos con patrocinadores como Telefónica –que recientemente ha adquirido Tuenti-, o colaboradores como Caja de Burgos, Satec y Nuclenor, además de los Espacios Cyl Digital o la concejalía de Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento burgalés.

Cuando hace cuatro años entraba en facebook pregunté a un amigo que vivía en Estados Unidos que recorrido tenía la red social creada por unos amigos de Harvard. Me dijo que la moda estaba pasando. Se equivocó,  él sigue en la red, yo también, y dicen que casi dos mil millones de personas en el mundo. Es difícil de conocer su repercusión global, pero es evidente que han marcado un antes y un después en la comunicación.

Cuenta atrás electoral

La reunión que ha mantenido el presidente del Partido Popular en Castilla y León, Juan Vicente Herrera, con cada uno de los responsables provinciales de la formación política; y las peticiones de audiencia entre los propios parlamentarios regionales para ser recibidos por su jefe a lo largo de la semana pasada, sobre todo de la provincia de Burgos, han sido dos hechos que no por habituales pueden pasar desapercibidos. Herrera parece haber marcado ya la línea de salida para las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo y a buen seguro que en pocas semanas conoceremos los números 1 de cada una de las candidaturas de las principales localidades de este territorio.

La configuración de listas, comenzando por el candidato de cada una, es la tarea más compleja para un político con mando en plaza. Son muchos los que desean subirse al carro ganador -y en esta ocasión parece que el PP, según afirman las encuestas, está en la mejor posición- y otros tantos los que aspiran mejorar en su valoración política y ascender. De momento, solo hay un hecho claro en el partido de centro derecha (en la izquierda han aprendido hace tiempo que la ropa sucia se lava en casa, y transcienden cada vez menos informaciones al público), que la lista de Burgos a las Cortes la presidirá Herrera, y conociendo su forma de configurarlas el resto de personas representarán diversas comarcas de la provincia burgalesa; además, como la ley exige paridad, pues entre los ocho primeros habrá cuatro mujeres y cuatro hombres; de estos últimos hay algunos que parecen abonados a la Cámara vallisoletana, así que más cambios podrían encontrarse entre el bando femenino. Veremos, porque siempre Herrera se ha caracterizado por sorprender en algún puesto a los militantes.

Si me dejara el presidente que le hiciera una recomendación, que no creo, incluiría en el puesto 7 de la lista de procuradores a aquel que no queda más remedio -por lo que sea- para que se lo trabaje un poco, se recorra kilómetros y pierda el culo. Y en el 8, que sería un milagro pero que podría llegar a conseguirlo si el panorama para los socialistas sigue tan negro, a alguna joven promesa, para que también se lo curre más que el resto, y tengan su oportunidad, aunque sea tan difícil y milagrosa. Y sobre todo que no se crean tan fácil la victoria como para rifarse los puestos, esos todos los de la lista, porque el suelo electoral tanto del PP como del PSOE suele estar bastante amarrado, presenten a quien presenten, y hasta el propio recuento de las votaciones no habrá nada seguro en cuanto al número de escaños conseguidos.

Pero donde parece que puede estar la batalla es en Miranda y en Aranda. En la primera, Borja Suárez se encuentra en la mejor situación posible para destronar a Fernando Campo. Tampoco lo tendrá fácil, pero será más difícil aún si suenan veleidades posibles sobre su responsabilidad en la Diputación Provincial. La ciudad del Ebro es una plaza difícil para la derecha, pero en la que ya tuvo ocasión de gobernar, y si presenta una alternativa sobre todo fiable podría vencer. Y para mí que en Aranda la derecha es la que pierde, no es la izquierda quien gana. No presentan candidatos coherentes, no realizan campañas honestas, y tienen al partido dividido. En esta ocasión parten de la base de la mala situación económica de España y que los ciudadanos buscarán alternativas, pero en un comicio local el candidato suma votos o los resta. Mucho me temo que para los populares ha ocurrido más esto último que lo primero. Lograr sacar un nuevo número 1 de la chistera no será fácil. Pero igual podrían mirar hacia las Cortes autonómicas en este momento y hacia su representante en las filas populares o buscar un perfil diferente en la propia localidad ribereña, pero como quienes tienen que hacer eso son los mismos que quieren seguir amarrados a la poltrona, el reto me parece complicado.

El tercer punto en conflicto electoral es Burgos. Aparicio debería dejar ya de deshojar la margarita y cortar de raíz todas las conversaciones de café donde le achacan que no se presentará porque no le gusta la Alcaldía. La imagen que denota es nefasta y aunque no le gustara tendría que mostrarse encantado de haberse conocido, porque qué mejor que ser el alcalde de tu ciudad, o al menos de ello deberíamos sentirnos orgullosos todos. Y si lo que pretende -por otra parte razonable- es dejar el puesto tras dos legislaturas, siguiendo la recomendación del que es su amigo Aznar, pues que lo anuncie y lo deje y se busque o le busquen una nueva alternativa laboral, pero el puesto de alcalde, por la propia institución y por respeto a los ciudadanos, debe permanecer inmaculado.

Hablar de la Diputación a estas alturas puede llegar a producir agotamiento. Orden Vigara dejará el mando de la plaza y son muchos los que se postulan para el puesto. A ellos les pediría que hubieran demostrado antes en sus respectivas localidades o en elecciones previas su capacidad de liderazgo, sus ganas de trabajar, su innovación. Entiendo que si las Diputaciones parece que van a pervivir -si por más de uno fuera, desaparecerían- al menos habría que darles un aire nuevo en unos tiempos diferentes y complejos. Si es un mero intermediario de ayudas y subvenciones, que lo haga la Delegación de la Junta. Y el candidato de la Diputación nunca debería estar en las listas de Burgos, Aranda y Miranda, que no están incluidas en los presupuestos provinciales. Gente en la provincia hay y buena, y solo hay que dar un repaso a las páginas de este periódico para mostrar a aquellos ediles que se mueven y a los que no. Y hablando de la Delegación de la Junta, si necesitan buscar, aquí encuentran.

Convencidos de lo nuestro

Lo nuestro, que es lo de todos. Y depende de cada uno de los ciudadanos de Burgos creerse todas las posibilidades que encierra esta ciudad y provincia, que son muchas ya a simple vista; aunque quizá para ello haya que vencer numerosas dificultades acumuladas a lo largo de los años, agentes externos aparentemente perjudiciales -el clima en ocasiones no nos acompaña- y a los tradicionales agoreros que están tirando del tren en dirección contraria.

Carlos Andreu, un amigo que es consultor empresarial y coach, asegura que hay que eliminar a los cafres de tu vida. A aquellos que ven todo en negativo, él les llama zombis, e insiste en que son gente que muere a los 18 años o a los 30, aunque les entierren a los 90; «aquellos que quieren que la vida les vaya bien haciendo lo que hacen hasta ahora, pero sí hacen lo que hasta ahora, cómo te irá la vida, pues como hasta ahora», asegura este profesor aragonés.

Algunos por su parte dicen que es falta de autoestima, que solo se logra llenar El Plantío cuando viene la selección española, y que se sale a las manifestaciones cuando te tocan el bolsillo o la salud, aun desconociendo el principal motivo de las mismas. Pero lo bueno que tiene todo esto es que ellos son unos pocos, pese a que se les oiga más que la ilustre mayoría silenciosa, y Burgos está viviendo en estos momentos unos meses históricos que no puede ni debe dejar pasar, pero aportando otras miras, otro ritmo, otras voluntades y sobre todo una renovada capacidad de trabajo y de generar ideas e ilusión.

Da la sensación al hablar con algunos ciudadanos de esta ciudad, ya candidata oficial a la capitalidad cultural europea en 2016, que podemos. Que cabe la posibilidad de recuperar las posibilidades que tiene por su situación logística, y también por sus polígonos industriales o mantener ese puesto de ser la primera ciudad visitada de Castilla y León. Pero ello requiere innovación y no avanzar por el mismo camino recurrente, que han marcado una línea, como pueden ser los distintos planes estratégicos, pero ahora el avance debería ser exponencial y multiplicador, lo que no está exento de dificultades. Tenemos la excusa -la elección de Capital de la Cultura- y cuenta Burgos con mimbres suficientes para que surtan efecto. Falta capacidad de decisión, imaginación y sobre todo trabajo en común con todos los implicados.

Escuchar al director del Museo de Neanderthal, un alemán alto, rubio y preparado, que un equipamiento que hay en Burgos, como es el Museo de la Evolución, puede liderar un proyecto europeo y mundial, es suficiente. Para eso efectivamente hay que estar convencidos de lo nuestro, del MEH, y del románico de Silos, y del cañón del Ebro, y de los vinos de la Ribera, y de la investigación en la UBU, y de la calidad de las empresas… y sobre todo el valor de sus gentes. Yo me lo creo, y creo que muchos otros también.