Todas las entradas de: Antonio José Mencía

Hoy el tema de esta ‘Página Par’ me lo ha sugerido un profesor de instituto, de bachillerato, con sentido común y que lleva sufriendo en la educación los cambios de legislatura durante muchos años. Un educador que se ha visto sorprendido al leer las declaraciones del consejero de Educación de la Junta de Castilla y León -al que personalmente aprecio y creo que es un buen profesional para este campo- que por no disgustar a unos, lo ha logrado con otros.
Asegura el consejero que pese a que la ley actual, la LOMCE, habla de reválidas en secundaria y bachillerato, los exámenes, que se supone que se van a realizar a finales de este curso que se inicia hoy, no van a servir para nada.
Así que una vez suprimida la Selectividad y con unas pruebas que no van a influir al final del ‘bach’ tendremos una generación que llegará a la Universidad sin ningún examen válido. Este profesor anda preocupado en cómo incentivar a sus alumnos, en cómo intentar mejorar la calidad de la educación, en cómo lleguen a los centros universitarios aquellos que quieren y deben. Y ahora se encuentra frustrado.
Pero ya nos hemos olvidado del mérito y la capacidad de la que tanto hablaba Wert, si en las primeras reválidas ya se echan para atras los representantes autonómicos del mismo partido, qué pasará con el resto, y todo por evitar confrontaciones verbales, cuando no les falta razón, porque aunque haya sido la LOMCE una ley sin consenso, bien es cierto que ha buscado reducir el fracaso escolar y buscar alternativas para mejorar la calidad de enseñanza. Aparte de garantizar la libertad de educación, algo en lo que no todos los partidos parecen estar de acuerdo, o al menos la interpretan de manera diferente.
No lo tienen fácil los maestros y profesores, y menos en las últimas décadas donde han perdido autoridad en beneficio de algunos alumnos que en muchos casos apelan a sus padres cuando son exigidos, y odian todo aquello que sea responsabilildad. Y de unos padres que defienden a sus hijos aunque la razón no la lleven. Efectivamente, hay muchas excepciones, y hay chavales ejemplares, pero ello no exime de la preocupación existente entre los docentes para encontrar un buen ambiente, especialmente en algunas edades, entre sus alumnos.
En todos los pactos de los que se ha hablado este último año después de las dos elecciones figuraba la palabra consenso para hablar de educación. Ninguno ha salido, porque por delante estaba no el beneficio de la sociedad, sino el partidista. Y por lo tanto tampoco ha habido una mesa donde todos los representantes de las formaciones políticas junto con expertos hablen, con tranquilidad, sobre el presente y el futuro de nuestros hijos, un tema que debería ser prioritario y que es de los más olvidados.

2.000 días en guerra

No creo que estemos hartos de ver día tras día las imágenes que suceden en Siria, un país que suma más de 600.000 refugiados en 18 zonas que están sitiadas en los países de esta región de Oriente Medio. Porque si estuviéramos hartos mostraríamos más alto y durante más tiempo nuestro malestar por la actuación de nuestros responsables políticos que ha avanzado muy poco en la solución política de esta guerra. Porque se han aprobado fondos en diferentes conferencias internacionales, pero no ha llegado su cumplimiento ni a la mitad, lo que ha impedido que este ingente número de refugiados no cuente con los recursos mínimos para su supervivencia y que los países que los acogen tampoco.

La solución, dicen desde las ONGs, no se encuentra únicamente en las zonas vecinas a Siria, los países participantes en la conferencia de donantes deben realizar también esfuerzos para el reasentamiento. En Líbano, una de cada cuatro personas es un refugiado. Esta cifra equivaldría a que Estados Unidos acogiese al doble de población de Canadá. Con excepción de muy pocos países, nadie está cumpliendo y no hay más que ver los que han llegado a España que casi los podemos contar con los dedos de las dos manos.

En los primeros ocho meses de 2016, más de 280.000 personas realizaron la durísima travesía por mar hacia Europa. Tras el ominioso acuerdo entre la UE y Turquía los refugiados que han llegado a Grecia pasaron de 67.000 en enero a 3.500 en agosto. 4.172 personas han muerto o están desaparecidas en el Mediterráneo, afirma ACNUR, lo que supone una media de 11 hombres, mujeres y niños muertos cada día durante los 12 últimos meses.

Los 2.000 días en guerra coinciden con el primer aniversario de la muerte de Aylan, el niño de la fotografía que conmovió al mundo. Fue un momento de empatía y solidaridad sin precedentes en toda Europa.

Bien es cierto que la situación política nacional nos impide ver el bosque. Pero la situación es tan grave que deberíamos recuperar ese espíritu de hace unos meses donde se crearon asociaciones, hubo decenas de declaraciones y todos íbamos a participar de un mal que lleva el camino de convertirse en endémico. Pero todavía hay tiempo, todavía se puede evitar que mueran más personas. No me he leído los 150 puntos que firmaron entre el PP y Ciudadanos. Nunca pensé que se fueran a cumplir. Aunque veo en Rivera voluntad de hacerlo. No sé si en alguno de esos puntos, además de la economía y la corrupción se han acordado de los miles de refugiados que llegan a Europa, de los 16.000 que nos comprometimos a recibir, pero todavía tenemos posibilidades de hacer algo, de priorizar, de no esperar a ver si tendremos unas terceras elecciones. Una vida humana, cualquiera, no tiene ni plazos, ni precio, ni matices.

10 años sin Julián y Santino

Tenía el móvil en silencio, al despertar comprobé que contaba con más de una veintena de llamadas perdidas, algunas reiteradas de mi hermano, de Edu… Les llamé. En el trágico accidente que había tenido lugar en Villada la tarde anterior dos de los fallecidos habían sido Julián Campo y José Santino Manzano. Al poco me llegó una fotografía al correo, quizá la última, de Julián en Santiago con una hija de Ángel el día anterior a tomar ese fatídico tren.
Luego vinieron, el funeral, los homenajes, la Misa en la Catedral con una obra dirigida por José María Cano, unas calles en Burgos. Pregunté si se les podría dar el Premio Castilla y León pero me dijeron que nunca se otorga a título póstumo: renuncié a la propuesta.
Pero tengo la sensación de que todavía su vida entre los más pobres de los pobres no ha sido lo suficientemente valorada. Al margen de su tiempo como hospitaleros en el Camino, ellos tenían en Calcuta y África su pasión. Desconozco qué será de la ‘familia’ que tenía Julián adoptada en Calcuta. Quizá Ovidio lo sepa. Habrán muerto ya probablemente todas las personas que el conoció en la Casa Madre de la madre Teresa, no en vano como él decía estaban ya en el ‘pit lane’ de la carrera de la vida. O por dónde andarán las chicas del colegio de Etiopía que para llegar al centro iban corriendo varios kilómetros para evitar ser violadas como recordaba Santino.
Ellos estarán en su pedacico de cielo precisamente junto a Madre Teresa que pronto será canonizada, con centenares de amigos, todos desfavorecidos, a los que ayudaron a llegar allí arriba. Con mi amigo Satur, que me presentó a Julián cuando llegué a Burgos, en plena calle Santander todavía orondo y sin barba. Ellos estarán disfrutando de este Ańo de la Misericordia viendo como muchos siguen su ejemplo de dedicación a los demás . Y a los que les conocimos siempre nos quedará un trozo  de corazón para su recuerdo, y a mi un pequeñito elefante que me regaló Juan Vicente de las decenas de cosas que su primo traía de la India todos los ańos.  

Nueva Campaña de Atapuerca

Este año parece que el equipo de Atapuerca ha comenzado con más optimismo las excavaciones, cuentan con más presupuesto y han vuelto a las camapañas de décadas anteriores, que casi llegaban hasta los 45 días en la Trinchera del Ferrocarril. Casi trescientas personas, en varios turnos, ocuparán los lugares de trabajo, y en algunos los objetivos los tienen bastante claros. Parece que Arsuaga, Bermúdez y Carbonell quieren llegar a contemplar ellos personalmente la ‘orgía’ que pudiera aparecer en el TD-6 con los restos del antecessor así que este año culminarán ya en TD-10 en la Gran Dolina y dividirán en dos partes el descenso camino hacía las decenas de fósiles que esperan encontrarse de una especie que hasta ahora es única y que solo se encuentra en Atapuerca.

Este año, esperan encontrar restos fósiles humanos también en Galería, además de los no por habituales menos sorprendentes de la Sima de los Huesos y quizá, con mucha suerte, pero también con trabajo, como el que han desarrollado estos años, encontrarse con algún fósil más en la Sima del Elefante donde ya contamos con una especie todavía sin clasificar por la escasez de los restos hallados.

Y siempre los neandertales. El Museo de la Evolución ya expone restos de esta especie que han aparecido en la ‘montaña mágica’ en temporadas anteriores, pero son restos de instrumentos utilizados por nuestros medio primos. Todavía no hay restos fósiles de homínidos. Puede que este sea el año y sirva para declarar a Atapuerca espacio único, si ya no lo es, porque contaría con restos de especies humanas que habitaron nuestro planeta, con continuidad, desde hace más de un millón de años hasta ahora.

Con el objetivo también de preparar otras excavaciones para futuros años como el caso de Cueva Fantasma donde ya hay dataciones de un millón de años, también dedicarán tiempo a preparar estas nuevas prospecciones.

Atapuerca cuenta con trabajo para varias generaciones, si es que nos importa el pasado para intepretar el presente e intentar encontrar también respuestas para nuestro futuro. De lo que hemos sido los humanos mucho se conoce gracias a los miles de restos de homínidos de la Sierra burgalesa, desde nuestra forma de hablar, hasta la socialización o los inicios de la ganadería y la agricultura. De nuestro ADN y de la relación entre los actuales habitantes de la zona y los que lo hicieron hace 30.000 años. De que también hemos sido carroñeros, y nos hemos comido unos a otros, por tradición o necesidad, pero es un hecho. De que los heidelbergensis de Atapuerca,para los que se está buscando su especie verdadera, eran una auténtica ONG ambulante, por como trataron a sus niños, a sus ancianos y a sus enfermos.

Detrás de todo ese trabajo dan la cara los tres codirectores, pero detrás de ellos a lo largo de estas décadas hay cientos de personas que por amor al arte han llevado el nombre de Atapuerca por todo el mundo. A todos ellos gracias.

Las fiestas de todos

En 10 días y si el tiempo no lo impide, miles de burgaleses se echarán a la calle para celebrar las Fiestas de San Pedro y San Pablo. Porque aquí el que manda es el sol, si luce y mantiene una temperatura primaveral, allí estarán todos los vecinos entre el paseo del Espolón, las casetas, los gigantones, las charangas, los toros, conciertos y fuegos artificiales. Pero ay! Si se arruga el astro, entonces nuestras particulares celebraciones ya no serán lo mismo, ni para los trabajadores de La 8 Burgos que, siempre pensando en un por si las moscas, buscamos techado para nuestros programas y este año realizaremos nuestros directos desde debajo del flamante Monasterio de San Juan, excepto, claro está, el pregón desde la Plaza Mayor, la Cabalgata desde la calle Vitoria, y la Ofrenda Floral, en la Catedral.

Estas fiestas tienen también su emoción, pues el día 26, el domingo principal, nos toca ir a votar, o no, porque según el CIS hay más de un 30 por ciento de indecisos que podrían cambiar los sorprendentes resultados que han publicado. Esperemos también a ver cómo transcurre la campaña y el interés de los posibles votantes, que parece actualmente que está por los suelos, observaremos si el debate a 4 de esta noche a nivel nacional, o el de mañana a nivel local, anima a la gente a acudir a las urnas, que es, sobre todo, un deber ciudadano.

Pero volvamos a las fiestas, parece que bajo el lema ‘Por el cambio’ que los socialistas utilizan en campaña, apuestan también por modificar el desarrollo de las fiestas. No les falta razón en que en algunos momentos resultan cansinas y repetitivas, pero son miles las personas que acuden a las principales citas y no sabemos si es porque solo hay eso, o realmente porque la tradición les motiva. De momento el viernes votaron los munícipes para que no haya circo, pero ocurre que este tema es de los que el pleno pudiera no tener prerrogativas así que ya veremos si el equipo de gobierno ejecuta la decisión del PSOE e Imagina o no, porque también se votó quitar la caseta de estos últimos ubicada en medio de la vía púbica y de ahí ‘no les moverán’.

No veo fácil innovar. En Gijón, mi pueblo, existe Cabalgata, los fuegos tienen la particularidad que son en el mar, y la gente come y bebe con mucha alegría, también se mantiene la feria taurina y hay una ofrenda floral, eso sí a Jovellanos. Bastante música asturiana, que alterna con las orquestas tradicionales y todo ello es la Semana Grande. Pues como la de San Sebastián, la de Logroño, la de Bilbao o Santander. Ya por el sur, con el calorazo, imagino que cambiarán algo las tornas.

Confieso que me gustaría conocer a fondo la propuesta del grupo socialista, porque creo que evolucionar es bueno, y quizá para el próximo año sea el momento, pero no se olviden de las tradiciones que en esta tierra se quieren y se defienden.

Dejà vu

No sé si a ustedes les pasa lo mismo, entiendo que sí, porque lo que llevamos viviendo en este último año es una permanente sensación de paramnesia, de una continua sensación de haberlo todo sentido antes, de un Curpillos en El Parral con los candidatos a las elecciones tomando pinchos de una caseta a otra en comitiva de correligionarios; sí es verdad que el año pasado eran elecciones locales y estás generales. De revivir permanentemente a los mismos candidatos. De escuchar las mismas propuestas. No sé cuántas veces ya me han prometido que dentro de no sé en cuánto tiempo la AP1 que circula entre Burgos y Miranda estará libre de peaje, y que la alta velocidad llegará.

Pero el Dejà vu no afecta solo a los mensajes políticos, o a la disputa sobre si habrá o no debates electorales, si cambiaremos la Constitución -de esto visto el consenso que exige y las pocas ganas de renovación parecen haberse olvidado los partidos mayoritarios-, o los pactos que habrá después del 26 de junio, después de unas elecciones que la mayoría dan con similares resultados a las anteriores y nos encontraremos con la idea de que esto ya nos suena: dirigentes políticos que no se ponen de acuerdo, de los que ninguno de ellos tiene la menor intención de dar un paso atrás, mesas de negociaciones extravagantes, acuerdos de 1 folio, confluencias que pretenden lo que el líder les prometió y no llegaron, sumas que no salen, partidos que no se abstienen… y todavía puede ser peor si acabamos en el día de la marmota, porque de momento nadie puede negar que podamos volver a encontrarnos otros seis meses sin llegar a pactos y tener que nuevo que regresar a las urnas. El castigo que podrían infringir entonces los ciudadanos a los candidatos al Congreso y al Senado podría ser incalculable y de ahí que en plena precampaña electoral anden todo prometiendo que esta vez sí, y llegaremos a acuerdos y consensos en menos que canta un gallo.

También esta idea de haberlo vivido todo antes llega al final al desánimo de los españoles, que todavía se encuentran mes tras mes con la losa del paro y de contratos temporales que acaban en despidos. Que es mejor trabajar así que no hacerlo, es un argumento. Pero estamos perdiendo las fuerzas necesarias para alcanzar una España mejor. Todos tirando para diferentes objetivos. Falta de unidad y además de ilusión. Las plazas no están tan llenas como hace unos años y el problema es que el dejà vu que te arrastra te deja de nuevo en la incompetencia y en el pesimismo. Ojalá que este sol primaveral devuelva de nuevo la capacidad de soñar y la esperanza.

Una revista familiar

Hace ya algunos lustros tuve ocasión de trabajar por encargo un año para la revista HOLA para hacer un número especial dedicado a las Bodas de Plata de los Reyes. Un ejemplar singular que se agotó en dos días, de 484 páginas, con el que disfruté enormemente y en el que tuve ocasión de entrevistar a personajes que habían condicionado la transición española en torno al Rey. La dirigía con bonhomía y firmeza, algo que no debería ser incompatible, Eduardo Sánchez Junco, fallecido hace seis años y en el recuerdo todavía de muchos. Años antes había tenido el honor de entregarle la Medalla de Oro de Diario de Burgos junto al presidente de la Junta de Castilla y León.

Eduardo siempre fue burgalés. Pasaba muchos días, los que le permitía el trabajo, en su finca y granja de Retortillo y ese amor por la naturaleza lo había transmitido a toda su familia. Enseñaba con orgullo su catálogo de vacas, no en vano era ingeniero agrónomo, a las que había sacado elmáximo rendimiento. Eduardo continuó y sobre todo impulsó el trabajo de su padres al frente de la revista, y todavía su madre dedica sus horas a HOLA. Lanzó al mercado internacional un producto español que se vende en decenas de países.

El viernes estuvo en Burgos para presentar su último libro La flor y nata -es el sexto ya para adultos- Mamen Sánchez, uno de los tres hijos de Eduardo, a la que recuerdo mientras estudiaba periodismo venir a la sede del antiguo Diario a pedirnos algo de información para realizar un trabajo. Porque en su casa de Retortillo todavía reciben el periódico todos los días a nombre de su abuelo. Casualmente su abuelo, antes de fundar HOLA en Barcelona, había sido director de Diario Palentino, un medio que también tuve ocasión de dirigir, y allí conoció a su mujer, Mercedes Junco. De ese periódico era botones un tío mío, y en cuanto el noviazgo se hizo oficial don Antonio Sánchez le dijo que no dejara pasar sola a ninguna joven, el entendía perfectamente lo que significan los cuchicheos en una ciudad pequeña.

Mamen ha escrito ahora, precisamente en los fines de semana en Retortillo, un libro casi autobiográfico donde es difícil separar la ficción de la realidad, donde aparecen personajes que bien podrían ser reales junto a otros que lo son, donde muestra el carácter, la tozudez, el emprendimiento, la confianza para sacar adelante una empresa familiar. Y además es divertido pasearse por sus páginas. Ahora es directora adjunta de la revista que dirige su hermano, y directora de la edición de HOLA en México que la semana pasada reflejaba una exclusiva mundial y que había supuesto más de un millón de visitas en apenas unos días en el Hola de Estados Unidos que acaban de iniciar digitalmente y que quieren convertirlo en papel.

Ese es el ADN de su familia, y de la mayoría de las empresas familiares españolas. Intentar seguir creciendo para mantener los puestos de empleo. Y algunas con muchas dificultades.

Columna publicada en DB el 30 de mayo

Acoso escolar

Hace unos meses Save The Children presentaba un informe sobre el acoso y ciberacoso en nuestro país con entrevistas a más de 20.000 alumnos y que obtenía datos contundentes. Uno de cada 10 admitía haber sido vítima de acoso, un tercio, 1 de cada 3, reconocía que había agredido físicamente a otro compañero en los últimos dos años y más o menos la mitad admitía haber insultado al colega. Y todos menores de 16 años.

La semana pasada en Burgos, la Policía Nacional detenía a dos chavales de 18 años por un presunto delito de lesiones. La víctima precisó atención quirúrgica tras un fuerte puñetazo en plena cara. Les conocía porque había sido víctima de acoso escolar por parte de uno de los sujetos en años anteriores. Se lo encontraron en la calle, el intentó alejarse pero le golpearon por la espalda y cayó al suelo. Los dos jóvenes han pasado a disposición judicial porque varios ciudadanos dieron la voz de alerta al 091. Probablemente hoy estén ya en la calle en espera de un juicio que les impondrá una ligera condena, pero el miedo este chico maltratado no lo pierde en toda su vida. Había pasado tiempo desde que dejaron el centro educativo, sin embargo todavía no habían dejado de pertenecer a la categoría de matones.

Hace unos meses una amiga, que es familia de acogida y tiene tres niños negros en su casa, y que le gustaría adoptarlos posteriormente, se lamentaba de que al instituto donde van algunos alumnos, especialmente a la niña mayor, le insultaban. Lo primero que me salió fue decirle que quizá su marido, militar de profesión, se podía acercar con uniforme y todo, y alguno de sus amigos -son paracaidistas- a visitar a los padres de las criaturas, que además el centro educativo está en un barrio ‘bien’ de Madrid. No me hizo ni caso, menos mal. Parece ahora que las aguas están más calmadas. Pero conozco varias situaciones, alguna cercano, que los padres han tenido que cambiar de colegio a su hijo por la ‘amenaza’ de algunos infantes macarrillas que no han aprendido la educación básica en su casa familiar.

Ya están cansados de insistir los profesores. En el colegio no puedes ya reprender a los alumnos porque puedes ser denunciado por sus padres, teniendo los maestros toda la razón. En la enseñanza hace tiempo que se perdió el rumbo, y será muy difícil volver a encarrilarlo.

Cuando somos niños, somos despiadados. Recuerdo que en clase, con apenas 12 años, la teníamos tomada con un compañero al que al salir de clase le agarrábamos por los mofletes para despedirnos de él. Todavía, y ya han pasado años, no le he pedido perdón. Bien es cierto que no me lo he vuelto a encontrar, pero me arrepiento y mucho de haberme sumado a esa masa borreguil de la que formaba parte. Todos debemos aprender que merecemos los mismos derechos y cumplir similares deberes.

Burgos con los refugiados

Unos datos: Naciones Unidas calculaba -creo que es lo poco que ha hecho la ONU en esto, calcular- en casi 60 millones de personas desplazadas forzosamente, de las cuales 20 millones estaban fuera de su país y 39 dentro. El año pasado más de un millón llegaron a Europa buscando acogida, casi la mitad procedían de la guera en Siria. Son unos miles los que se ahogaron en el mar. La Unión Europea se comprometió a que llegaran casi 200.000 refugiados que precisamente ya se encontraban entre nosotros, entre Grecia e Italia. Echaron cuentas -que es lo que ha hecho la UE como la ONU en este caso, solo sumar- y a España le corresponderían 17.000, de los que solo han llegado apenas 20.

Se han creado ya centenares de comisiones por todo el territorio nacional para no avanzar nada. Es más, la UE ha llegado a cifrar una multa por cada refugiado que como país no acojas si te corresponde, todo monetario. Parece que en nuestra provincia a algunos se les han hinchado las narices de tantas promesas vanas y cerca de 30 asociaciones -en las asociaciones sabemos que también trabajan unos pocos- se han juntado en un grupo que se llama «Burgos con los refugiados» para poner en marcha ya definitivamente el trabajo de acogida en nuestra provincia. Aquí no ha habido ni colores políticos, ni divergencias ideológicas, solo algo que abunda en nuestra tierra que es la solidaridad. Resulta curioso observar cómo de los varios premios que se dieron institucionalmente la semana pasada por parte de diferentes organismos, varios fueron a labores de dedicación a los demás, como a la Asociación Berbiquí, a Down Burgos, a la Asociación de Familiares de Alzheimer o a la Fundación a la que tanta pasión dedica el doctor Sastre.

Los refugiados que huyen de la persecución y la guerra merecen mucho más nuestro respeto. Podemos gastar los presupuestos en mejorar el alumbrado o los autobuses urbanos, pero debemos sobre todo atender a aquellos que no tienen nada y que son retenidos en las fronteras y devueltos al país de donde procedían, también todo a cambio de dinero. Los campos que se forman en países como Turquía o Líbano cuentan con lo imprescindible y con decenas de miles de familias. Supuestamente hay una declaración de los Derechos Humanos que en su artículo 14 dice: «Toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él, en cualquier país, en caso de persecución». Y no será por problema de espacio en una Europa deshabitada.

En Castilla y León, Salamanca ya ha recibido a diez refugiados sirios y en breves semanas recibirá a otros diez. Cuesta entender porque este proceso no va más rápido y se extiende a otras provincias, porque ya ha quedado demostrada la capacidad de generosidad del pueblo español. Que no la entorpezcan nuestros gobernantes.

Doble equis en la renta

Del 46% de los contribuyentes que no marcan la ‘X para fines sociales’ en la declaración de la renta (9 millones de personas), un 30% no marca ninguna casilla, y una de cada tres personas no sabe que se pueden marcar ambas casillas, la de fines sociales y la de la Iglesia Católica. Y eso es bueno remarcarlo porque marcando las dos X ni pagamos más, ni nos devuelven menos hagamos lo que hagamos. Señalando las dos se destinará un 0,7 por ciento de la cuota íntegra al sostenimiento económico de la Iglesia Católica y además otro 0,7 por ciento a fines sociales a través de programas de ONG. Si no marca ninguna, el 0,7 se imputaría a los Presupuestos Generales del Estgado con destino a fines indeterminados.

Las dos causas tienen motivos para ser señaladas. Es cierto que puede haber actuaciones de la Iglesia Católica que no gusten a todos, como puede haber algunas ONG que por ideología tampoco satisfazcan al ciudadano. Pero si buscamos un bien general, un bien social común y que llegue a mucha más gente, no haríamos mal con marcar las dos casillas. No es ni necesario recordar el trabajo impagable de miles de voluntarios en las decenas de ONGs que hay en España, y las necesidades que tienen, ya que el Estado no llega a cubrirlas. Desde la atención a inmigrantes, a niños con familias desestructuradas, a parados de larga duración, a gente necesaria de alimentos, o -lo conocemos bien en Burgos- el impulso para afrontar enfermedades que necesitan no solo de investigación, sino de mucha atención. España es un país solidario, y no creo que ese 30 por ciento que no marca las casillas sea por oponerse, sino más bien por desidia o por olvido.

Del trabajo de la Iglesia en favor de la sociedad tampoco es muy complejo comprobarlo, solo hay que echar un vistazo en nuestro alrededor para ver la actuación de Cáritas o de Manos Unidas, o las iniciativas particulares de muchas parroquias, colegios o instituciones. De hospitales que atienden a enfermos ya desahucidos, de la atención y el acompañamiento a los ancianos, de la labor de los misioneros en el Tercer Mundo, y en países donde se juegan la vida y son una fuente de esperanza y de consuelo. E incluso, esta semana pasada se presentaba un estudio de la consultora KPMG de lo que suponía para el turismo el mantenimiento de edificios eclesiásticos. Además conocemos que lo que llega por la declaración de la renta a la Iglesia es el 25 por ciento de lo necesario para cubrir sus necesidades, el resto sobre todo son donativos de particulares.

Precisamente a partir de esta campaña de Hacienda los donativos en general tienen una mayor desgravación, que sin duda facilitará los ingresos de muchas actividades sociales.