Hasta una hija de Verstrynge, Lilith, estará en las listas de Unidas Podemos a la Asamblea de Madrid. Su padre, el que fuera secretario general del Partido Popular y que compitió contra Tierno en la Alcaldía de la capital, ha pasado, según reconoce, del neofascismo francés al nacionalcomunismo, y ahora colabora en la misma coalición a la que pertenece su hija como asesora del hasta ahora vicepresidente segundo del gobierno. Iglesias ha fichado también para su lista a la anterior candidata Isa Serra, o a la directora del Instituto de la Mujer, Beatriz Gimeno, además del incombustible general Julio Rodríguez, al que le ha paseado por diferentes listas algunas sin éxito electoral.
Pero no es el caso de Unidas Podemos el único. El PSOE va a llenar su candidatura de personas que tienen cargos en el Gobierno de Sánchez, de hecho dicen que es el quien va completando la lista. Ahí está su ‘biógrafa’ Irene Lozano, que no lo ha hecho mal en el CSD en esta pandemia, o Jana Halloul, de migraciones y en la que tiene puestas muchas esperanzas, o la presidenta del Senado Pilar Llop, que está pasando esta legislatura sin pena ni gloria. Volvería además a una Asamblea donde inició su carrera política tras su abandono de la judicatura.
Cuentan que estos escaños madrileños van a tener más ambiente que los de la Carrera de San Jerónimo, que las batallas de Iglesias, Ayuso o Monasterio, sin contar al ‘sensato’ Gabilondo van a captar más atención. Todo depende, naturalmente, de los resultados del 4 de mayo. Los populares amagaron con Toni Cantó de quien la presidenta dijo que no lo tenía cerrado. Ayuso, por enfrentarse, lo hace también con los responsables de su partido. No suponía tanto Casado de una periodista que comenzó en el equipo de Aguirre. Ni tampoco que los primeros puestos de la lista fueran las de sus actuales consejeros, comenzando con el de Sanidad –otro zasca para los oponentes-, a partir del noveno igual llega alguien desde Génova.
De Ciudadanos nadie habla, salvo para su desaparición. Quién sabe si será Edmundo Val quien entierre definitivamente el partido si no logra el 5 por ciento de los votos en la capital. Es una lástima porque aunque el centro no existe, es necesario. Por eso Gabilondo navega hacia el centro.
El caso es que Madrid ha logrado ser la Comunidad que se observa desde todos los puntos de vista, y también la Alcaldía gobernada por Martínez Almeida, parece que con talante y talento. De este resultado depende mucho además Pablo Casado y su equipo, Pablo Iglesias y el suyo, que va dejando herederas ya en el Gobierno, y el propio Gabilondo, por no repetir que los naranjas acelerarían el proceso de disolución. Hay que aguantar todavía 40 días de campaña.