No se pueden valorar positivamente los resultados electorales para el PSOE en Castilla y León. Además sus líderes confiaban en un notable descenso regional en el Partido Popular que no se ha producido. El efecto en la región de los populares no ha sido el mismo que en otros territorios de España. El secretario regional socialista Julio Villarrubia parece haber fallado. Tampoco el portavoz en las Cortes de Castilla y León, Óscar López, ha evitado el desastre, tras haber tenido unos malos datos electorales en las autonómicas. Para los que observamos desde fuera, lo ocurrido en el comité ejecutivo regional con la dimisión de la mayoría de sus miembros -curiosamente los burgaleses han ocupado los dos bandos- parece también una falta de lealtad al no plantear abiertamente en la misma reunión los diferentes ‘puntos de vista’ entre López y Villarrubia y el anuncio de la dimisión. Todo ello está obligando a una catarsis regional necesaria en las filas socialistas,y que tampoco vendría mal a otras formaciones políticas mayoritarias.
Crece ahora la tercera vía que el secretario provincial del PSOE burgalés, Luis Tudanca, fue el primero en proponer. Alejado como diputado de los enfrentamientos personales, Tudanca observa y el próximo día 14 debatirá en el comité provincial la alternativa que propondrán desde Burgos, no solamente al futuro del partido socialista en Castilla y León, sino ante la elección del nuevo secretario general y la designación del candidato ante las próximas generales. Mucha tarea por delante cuyos resultados serán decisivos para el futuro de esta formación política que ha visto en las últimas convocatorias reducir notablemente sus cuentas electorales.
Lo difícil será ahora para los socialistas castellanos y leoneses elegir a las personas y el discurso con que se plantarán ante las próximas autonómicas, y con no mucho tiempo precisamente de margen. Que surja un nuevo líder no va a ser fácil, y tampoco los barones provinciales -que haberlos haylos- van a dejar que haya muchos cambios. Con una izquierda dividida, algunos afirman que para los socialistas el mejor camino sería dirigirse hacia el centro, otros, en cambio, les incitan a girar más a la izquierda para evitar mayor pérdida de votos.
No es fácil el camino. El problema ya es la credibilidad de los partidos mayoritarios. Y la regeneración que parecen pedir los ciudadanos a través de las urnas, y hasta dónde están a punto de llegar los principales partidos.